Los procesos de reproducción asistida pueden parecer similares y a la vez diferentes entre sí. Todos ellos están pensados para cumplir la misma finalidad: conseguir el embarazo. Cada uno de ellos tiene fases metodologías diferentes, y es el ginecólogo especialista en reproducción asistida quién evaluará cada caso y propondrá el mejor tratamiento para cada paciente.
Uno de los más sencillos es la inseminación artificial. Pero… ¿Qué es la inseminación artificial? ¿Qué pasos hay que seguir? ¿Cuáles son sus resultados?
En este artículo te daremos la respuesta a estas preguntas, ya que no siempre se tiene una idea clara de lo que es la inseminación artificial.
Tabla de contenidos
1. Qué es la Inseminación Artificial
La inseminación artificial (IA) es una técnica de reproducción asistida sencilla mediante la cual se introducen espermatozoides en el útero de la mujer, con el objetivo de que se produzca la fecundación y así poder aumentar las probabilidades de embarazo.
En la IA, el medico-especialista introduce a través de la vagina (transvaginalemente) una cánula para depositar los espermatozoides en la cavidad uterina. Durante todo el proceso se hace un seguimiento ecográfico (mediante ecografías) para saber cuál es el momento óptimo para la inseminación, y así aumentar las probabilidades de éxito.
Como pasa en los embarazos naturales, en la IA la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide se produce en las trompas de Falopio. Las diferencias principales con respecto a la concepción natural son las siguientes:
- El modo en que los espermatozoides llegan al útero.
- En procesos de IA se escogen los mejores espermatozoides.
- Se realiza una estimulación ovárica mediante medicación hormonal, para controlar el momento de ovulación.
Todo ello hace aumentar ligeramente las probabilidades conseguir un embarazo respecto a la concepción natural, aunque el porcentaje de éxito dependerá de varios factores como, la capacidad del espermatozoide de fecundar al óvulo y la capacidad de implantación embrionaria.
2. ¿Cómo se hace una Inseminación Artificial?
A continuación, detallamos los principales pasos de este proceso:
2.1 Estimulación Ovárica
Esta fase se inicia con la regla y dura entre 10 y 12 días. La paciente deberá administrarse diariamente fármacos hormonales en pequeñas dosis. Con esta medicación, se pretende estimular el ovario de forma controlada para conseguir que madure más de un óvulo.
A diferencia de lo que ocurre en la fecundación in vitro (FIV), normalmente se induce el desarrollo de 1-2 folículos.
2.2 Control Folicular
Cuando el especialista comprueba a través de las ecografías que el tamaño de uno o dos folículos (estructuras del ovario en cuyo interior se desarrollan los óvulos) alcanza los 16-18 milímetros, se induce la ovulación mediante la administración de la hormona hCG (Gonadotropina Coriónica humana). Normalmente unas 36 horas después de la inducción de la ovulación se programa la inseminación artificial.
La hCG se suele administrar, en una única vez, sobre el día 12-14 del ciclo menstrual. Esto hace que los folículos liberen el óvulo que contienen en su interior. Estos óvulos se desplazan hasta las trompas de Falopio, en donde serán fecundados por los espermatozoides.
2.3 Capacitación o preparación del Semen
Si la IA se realiza con semen de la pareja, se recoge la muestra el día que se realiza la IA, y ese mismo día es preparada por el laboratorio. Ésta muestra se recoge mediante masturbación y después de un periodo de abstinencia de entre 3 y 5 días.
El proceso de concentrar y preparar el esperma para que contenga espermatozoides de mayor calidad (mayor número de espermatozoides móviles), se le conoce con el nombre de capacitación. Esta capacitación aumenta las posibilidades de conseguir un embarazo. Una vez la muestra de semen se ha preparado o capacitado, se introduce en la cánula de inseminación para el siguiente paso de la IA.
Cuando la IA se realiza con semen de donantes (veremos más adelante este tipo de IA), la capacitación se puede realizar antes o después de su congelación, que se realiza como mínimo 6 meses antes de la inseminación. Este semen se descongela el mismo día de la inseminación.
En el caso de que se tenga que congelar la muestra de semen de la pareja (puede haber varios motivos para que el médico decida hacerlo), se procedería igual que en el caso de la IA de donante.
2.4 Inseminación
Por regla general unas 36 horas después de la inducción a la ovulación, se realiza la inseminación en la misma consulta del médico, ya que no necesita sedación. En este paso el médico introduce la cánula que contiene los espermatozoides desde la vagina hasta el útero, en donde los espermatozoides se liberan de manera lenta.
Este proceso se realiza guiado a través de una ecografía, para así controlar donde se depositan los espermatozoides y para evitar complicaciones como rasgar paredes uterinas, que podría afectar a la implantación embrionaria.
Los espermatozoides sobreviven dentro del aparato reproductor femenino entre 3 y 5 días, pero los óvulos solo lo hacen durante 24 horas. Es por este motivo que se realiza la inseminación después de la inducción a la ovulación y no antes.
Tras la inseminación la paciente guardará reposo unos 15-30 minutos, y ya puede hacer vida normal, aunque se le recomienda no realizar esfuerzos físicos.
2.5 Beta Espera
En esta etapa se administra progesterona por vía oral o vaginal para promover la implantación del embrión en el revestimiento del útero, logrando así el embarazo. Pasados de 12 a 15 días desde la inseminación se comprueba si ha habido implantación del embrión. Normalmente esta prueba se realiza mediante un análisis sanguíneo donde se mira la producción de la hormona beta-hCG.
Es importante esperar al día indicado por el especialista para realizar el test de embarazo para evitar falsos negativos y positivos.
3. Tipos de inseminación artificial
Hay dos tipos de IA dependiendo de la fuente del semen utilizado:
- Inseminación artificial conyugal (IAC): inseminación realizada con el esperma de la pareja.
- Inseminación artificial con donante (IAD): inseminación llevada a cabo con el semen de donante.
La inseminación artificial también se puede clasificar según el lugar exacto donde se deposita el esperma en el aparato reproductor femenino. La inseminación intrauterina es la más utilizada ya que proporciona mejores resultados, y las demás solo son utilizadas en casos muy concretos en donde la intrauterina no se puede realizar.
- Inseminación intratubárica: El semen se introduce directamente en las trompas de Falopio. Esta técnica no se utiliza con mucha frecuencia ya que se necesita una mayor intervención para dar como resultado unas tasas de embarazo iguales o inferiores a la intrauterina.
- Inseminación artificial intracervical: Los espermatozoides se depositan en el cuello uterino, esto quiere decir que tienen que viajar un camino más largo para llegar a las trompas de Falopio que con la inseminación intrauterina.
- Inseminación intravaginal: el semen se aloja en el fondo de la vagina similar a las relaciones sexuales normales. Este tipo de IA se utiliza cuando los hombres no pueden eyacular por vía vaginal, debido a problemas como la disfunción eréctil o la eyaculación retrógrada.
- inseminación intrafolicular: El esperma se aplica directamente dentro del folículo, alrededor del óvulo. Este tipo de IA está en desuso, ya que es muy complicado desde el punto de vista técnico y puede generar algún tipo de lesión en las pacientes. Además, la IA intrafolicular no mejora los resultados de embarazo respecto a la IA intrauterina.
- Inseminación intrauterina: El esperma se aplica en la cavidad uterina. Tal como hemos dicho antes es la más utilizada, por lo que cuando se habla de inseminación artificial en general, normalmente se refiere a la intrauterina.
4. ¿Cuándo se suele recurrir a la inseminación artificial?
El médico especialista en fertilidad siempre valorará cual es la mejor técnica de reproducción asistida en cada una de las pacientes. De todas maneras, en todas aquellas pacientes en las que se puede realizar tanto una fecundación in vitro (FIV) como inseminación artificial, la IA es el método de elección debido a que tiene una serie de ventajas:
- La IA es más sencilla y menos invasiva, ya que no requiere de intervención quirúrgica.
- No requiere anestesia
- Es más económica
- Es más cercana al proceso de reproducción natural
Según el tipo de paciente o la condición de cada pareja el médico especialista en fertilidad recomendará IAC o IAD. Así en parejas en las que la causa de esterilidad viene dada por la mujer, o por causas masculinas (siempre y cuando sean leves), o es de tipo desconocido se suele recurrir a IAC. Por el contrario cuando la dificultad de obtener el embarazo viene dado por factores masculinos (severidad, enfermedades genéticas, enfermedades de transmisión sexual) o ausencia de pareja se aconseja realizar una IAD
De todas maneras, para poder realizar una IA la paciente debe cumplir una serie de requisitos, como tener una buena permeabilidad tubárica (que no haya impedimento en las Trompas de Falopio), y que la calidad del semen sea buena. En el caso de que no sea así se descartaría la IA y se propondría una fecundación in vitro (FIV).
Por último, pero no menos importante, hay que tener en cuenta que a partir de los 37 años se suele aconsejar la FIV directamente, ya que las posibilidades de embarazo decrecen con la edad.
5. Resultados de la inseminación artificial
Hay que tener en cuenta que las tasas de éxito de los tratamientos de reproducción asistida vienen determinadas por muchos factores, y que la IA tiene menor tasa de éxito que la FIV.
Según la Sociedad Española de Reproducción asistida, en su último informe del año 2019, indica que las tasas de embarazo de IAC (con semen de la propia pareja) en mujeres menores de 35 años es de alrededor del 10%. Cuando la IA se realiza con semen de donante (IAD) las tasas de éxito en el mismo rango de edad aumentan a alrededor del 17%.
Normalmente se aconsejan varios intentos de IA para conseguir el embarazo. Si después de estos intentos no ha habido concepción, el médico especialista optará por cambiar de método.
6. Probióticos en la inseminación artificial
Desde que comienzas el proceso de Inseminación Artificial se puede complementar el proceso con nutraceúticos y probióticos que contribuyan a mejorar la fertilidad.
Por ello desde Fertypharm se han formulado nutracéuticos que se pueden utilizar en procesos de inseminación artificial. Los 3 productos de la Gama FertyBiotic que se describen a continuación están pensados para ayudar en procesos de reproducción de la mujer:
- Fertybiotic Mujer es el primer nutracéutico con probióticos que te ayudará a mejorar la calidad ovocitaria, gracias a su combinación de inositoles, ácido fólico, antioxidantes (melatonina y selenio), vitamina D y todo ello complementado con probióticos.
Existen varios estudios que correlacionan el uso de inositoles con una mejora de la calidad de los ovocitos, por eso es importante utilizarlo en concentraciones adecuadas. Además, también es sabido que el daño oxidativo influye en la fertilidad de las mujeres y los antioxidantes pueden reducir este estrés oxidativo.
- Fertybiotic Mujer Plus también esta formulado para ayudar en la mejora de la calidad ovocitaria, pero en este caso sus ingredientes están adaptados a las necesidades de las mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico.
- FertyBiotic Balance es un conjunto de probióticos que te ayuda a mantener una microbiota ideal. Los últimos estudios concluyen que una microbiota vaginal y endometrial rica en Lactobacillus esta relacionada con una mayor implantación embrionaria.
Gama FertyBiotic formulada para el hombre:
- FertyBiotic Hombre: es un nutraceútico que te ayudará a disminuir el estrés oxidativo (afecta a la calidad espermática) gracias a que contiene potentes antioxidantes como DHA o Coenzima Q10. Además, contiene Selenio que contribuye a la normal espermatogénesis y Zinc que contribuye a la fertilidad y reproducción normales. También cuenta con 2 probióticos específicos que ayudan al mantenimiento de un equilibrio saludable de bacterias.
- FertyBiotic Restore: es un conjunto de probióticos. Según los últimos estudios los microorganismos del semen también influyen en la calidad espermática. Existen estudios en los que se ha visto como el uso de cepas específicas de probióticos pueden contribuir en la mejora de la calidad seminal.
Bibliografía
SEF (Sociedad Española de Fertilidad)